Inmigración y Resiliencia: Emigrando de la Adversidad.
“Jamás ha captado nadie la
belleza de una rosa diseccionando sus pétalos”. Anthony de Mello.
El análisis de la migración y la resiliencia como binomio ha sido poco
estudiado. El proyecto migratorio muestra un carácter de alta vulnerabilidad y
riesgo ante nuevas y mejores perspectivas de vida, pero también es fundamental
destacar los factores protectores que rodean dicho proceso. En este artículo se
reflexiona sobre esas fortalezas personales, familiares y sociales, metas
silenciosas de gran valor para el logro de objetivos y que forman parte de ese
concepto psicológico denominado “resiliencia”.
El enfoque de resiliencia propone un cambio de paradigma
en la manera de visualizar las condiciones de adversidad, del daño se transita hacia la fortaleza. El concepto aplicado a las
ciencias del comportamiento pone de manifiesto la capacidad que el individuo
tiene para enfrentar con éxito la adversidad y la fuerza flexible que permite
resistir y rehacerse después de una condición adversa, constituyendo la
migración fuente emanente de la misma.
La migración asume un carácter
familiar (Gallo, 2004), ya que en sí mismo es una estrategia e incluso un proceso
de vida (existen ocasiones que no se llega a regresar al país de origen) y esas
habilidades y estrategias varían en cada familia, hay que esperar el momento
preciso que incluye, entre otras cosas, tener un trabajo seguro y una
estabilidad económica suficiente para poder comenzar ese nuevo proyecto de vida.
Ante este escenario son muchas
las variables y características a estudiar, intrínsecas a los valores
personales y familiares. La vulnerabilidad y el mecanismo protector es la
capacidad de modificar las respuestas que tienen las personas frente a las
situaciones de riesgo, constituyendo el
polo negativo y positivo de una misma situación (Rutter, 1985), la
migración puede causar una depresión, pero también puede ser una manera de
tener a la familia reunida y equilibrada mental y socialmente, constituyendo un
reto en sí mismo. El factor protector es la influencia que modifica, mejora o
altera la respuesta de una persona ante esa adversidad y proceso novedoso, que
predispone a un resultado no adaptativo y que posee algunas características:
puede no constituir un suceso agradable, tiene un componente de interacción o
puede ser una cualidad o característica intrínseca de la personalidad del
individuo.
Entre esos aspectos que conforman
el concepto de resiliencia, importantes en dicho proceso migratorio, los
estudios avalan de una manera entrelazada,
las siguientes: en relación con los factores personales la etapa evolutiva en la que se encuentre el niño/a, la etapa de la
adolescencia (Oliva, 2007), con sus inseguridades y miedos pueden llegar a conformar una realidad ajena a ellos mismos; la
inteligencia emocional y afectiva adquirida hasta dicha etapa es
fundamental como medio de relación intra e interpersonal; la tolerancia desde un punto de vista adaptativo al medio y
pragmático a su entorno, así como el grado de confianza y aceptación inculcado en su educación que predisponen de
un alto autoconcepto y autoestima a la persona en el desarrollo a esa nueva
realidad, son entre otros aspectos fundamentales,
Por otro lado, las variables
familiares se ordenan desde la seguridad
y la comunicación como punto de flecha hacia un orden más estable,
interaccionando nuevamente con las variables sociales y culturales que
predominen en el país de destino, donde se incluyen, de nuevo, el respeto, la tolerancia y el
resignificado positivo de los valores, como seña de identidad en dicho
trasvase madurativo y emocional, ante las adversidades que puedan acaecer.
En resumen, los tutores de resiliencia, ante un cambio migratorio
se sustentan de una manera multidimensional, siendo factores endógenos
(personalidad) y exógenos (situacionales) los que configuran de un mayor
control y compromiso el valor y rasgo potencial del nuevo modelo.
Mayte Vázquez Resino
Psicóloga Col. M-33219
Bibliografía:
BLANCO, C. (2000). Las migraciones contemporáneas. Madrid-
Alianza.
CYRULNIK, B. (2002). Los patitos feos: La resiliencia una
infancia infeliz no determina la vida.
Barcelona. Gedisa. 2002.
GALLO, K. (2004). Niñez Migrante en la Frontera Norte.
Legislación y Procesos.
OLIVA L. (2007). La emigración el
adulto como factor de riesgo en la autoestima de los adolescentes. Revista Enseñanza e Investigación en
Psicología. Vol. 12, 2.
RUTTER, M. (1993). Resilience: Some conceptual considerations. Journal of Adolescent Health, 14.