El edadismo, una discriminación silenciosa, por Mayte Vázquez.
“No dejas de reír porque te haces mayor. Te haces mayor porque dejas de
reír” -Maurice Chevalier”
Nuestro objetivo es, no convertir la edad en una norma disfuncional de vida, la edad no
es una patología, ni un trastorno, el envejecimiento es una etapa más de
nuestro ciclo vital, fruto de la experiencia y fortalezas y de la que debemos
disfrutar, haciéndonos conscientes de las emociones más positivas y saboreando
cada momento como único. Actualmente que tanto hablamos de envejecimiento
activo, envejecimiento óptimo, envejecimiento con éxito, debemos hablar de la
edad como algo natural e intrínseco en dicho proceso y desarrollo vital.
Las raíces de la discriminación por edad, no está
clara ni tiene fundamento que la sustente, pero paradójicamente es muy
ilustrativa. Desde un enfoque cultural existen diferencias en el trato a los
mayores, así los países occidentales no abandonan a las personas en el proceso
de envejecimiento, pero sí que es cierto que se sigue sometiendo a las personas
mayores a medidas y actitudes claramente discriminatorias.
Desde la perspectiva social no se debe ni se puede
discriminar, ni con frases, ni con actos a los mayores, siendo además uno de
los problemas que a veces quien lo sufre no tiene los medios necesarios para poder
denunciarlo, es lo que se denomina la “injusticia basada en la discriminación
por edad”, veamos algunos ejemplos de edadismo y de dicha injusticia en nuestros
días:
Una de las muestras de edadismo
más opvias es la discriminación que
sufren muchas personas mayores que quieren trabajar y que tienen la capacidad
de hacerlo bien y se las relega en base a esa “mayoría de edad”.
Más de la mitad de las personas
en situación de desempleo en España (52%) lleva más de un año sin encontrar
trabajo, lo que se considera ser parado de larga duración, siendo la franja de
edad más común entre quienes no han podido encontrar un empleo desde hace más
de un año entre 45 y 55 años.
Cuantas veces, al leer los
anuncios de empleo nos encontramos “mayores de 45 años absténganse”. De verdad podemos
llegar a pensar que ser mayor de 45 años impide incorporarse a un trabajo con
entusiasmo, desarrollarlo con eficacia y eficiencia, colaborar en el éxito del proyecto o acceder a un cargo de liderazgo
y toma de decisiones.
Los colegios profesionales
ensalzan el concepto de “mentorización”,
como aquel en que aquellas personas con edad y experiencia pueden enseñar,
orientar e incluso a lograr objetivos a los jóvenes que vienen detrás., y eso
en todas las organizaciones debería resaltarse como un valor clave,
experiencial y de ejemplo en los planes de desarrollo del talento, dentro de
las mismas.
Según un estudio, solo el 3 % de las personas que
aparecen en la publicidad española son mayores de 65 años, es decir se asocia
la imagen a un producto “difícil de vender”, se juega con el valor de la
estética, los cánones de belleza, cuando se deberían ensalzar valores humanos
como la educación, la formación y las vivencias.
No en vano, se asocia también se mayor a estar
sólo, triste e incluso estar “decaído”
entra dentro de la normalidad, generando en muchas ocasiones compasión y
condescendencia asociada.
Ser mayor es equivalente de ignorancia, es por ello
qué en la práctica es muy frecuente tratar a quienes se han adentrado
en la vejez como si fuesen niños de pocos años y estuviesen
aprendiendo cómo funciona el mundo, cuando todos debemos ser conscientes de que
ser mayor no es sinónimo de sufrir deterioro físico ni cognitivo, ni mental.
También relacionado con el punto anterior, las
personas mayores son vistas como “inútiles”,
no tienen capacidad para pensar, planificar y sobre todo desarrollar esa
autonomía personal y libertad en las parcelas vitales que van aconteciendo. Con
ese control lo que se consigue es favorecen la dependencia y el aislamiento.
Otro
aspecto que discrimina claramente a las personas mayores es la presencia de
barreras arquitectónicas, escaleras empinadas, falta de espacio en lugares públicos
o ausencia de ascensores o rampas de acceso al transporte público, pueden ser algún
ejemplo de ellas.
Este tema
también relaciona la consideración edadista con lo que es estético y
antiestético, tal como ya hemos comentado anteriormente, de esa manera hablar de sexualidad abiertamente en la vejez, la desnudez, la
intimidad y el disfrute de las personas mayores se considera antiestético,
y por consiguiente es discriminada socialmente, ya sea con rechazo claro o con
burlas.
En
términos generales, con esa dependencia, carencia de autonomía y aislamiento
personal y social, al final se tiende a favorecer una sociedad donde se premia la
ignorancia y la falta de autenticidad., está en nuestras manos dejar un buen
legado generacional.
Son muchos los modelos y ejemplos que nos ilustran
y deben servir de referencia ante esta discriminación palpable pero encubierta
y también indicar que “aunque los mayores han cambiado mucho en
poco tiempo, la sociedad no ha cambiado la imagen que tiene de ellos" (G.
Rojo, 2014), por eso la importancia de algunos de estos referentes como
concienciación personal y social.
El primero y como psicóloga es Rocío Fernández Ballesteros, Doctora en Ciencias Políticas y Sociología (1973) profesora emérita de la Universidad Autónoma de Madrid y directora de investigación entre otras líneas de plasticidad cognitiva, enriquecimiento ambiental, salud y envejecimiento, imágenes sobre la vejez y amenaza del estereotipo en el envejecimiento. Actualmente representa y desarrolla el modelo de envejecimiento saludable y competente.
Conclusión.
Desde el aspecto psicológico, el
edadismo influye en las personas mayores a nivel cognitivo, emocional y
conductual, desencadenando aislamiento, soledad y en muchas ocasiones
depresión, a nivel social se les considera “una carga” y por lo tanto se les
excluye. Está en nuestras manos escucharles, respetarles y empoderarles, dando
significado a su proyecto vital y a su autonomía personal.
Gil de Prado, R. (s/f). ¿sabes
qué es el edadismo?. Psicopedia.
Información y recursos sobre psicología. Recuperado de http://psicopedia.org/4652/sabes-que-es-el-edadismo/
Fernández, P. (2014). ¿es la
sociedad actual justa con los mayores?. El
Diario.es. Recuperado de https://www.eldiario.es/norte/euskadi/sociedad-actual-justa-mayores-UPV-geriatrico_0_296420994.html
Psicóloga Colegiada: 33219